Cuando cotidianamente hablamos de
ciudades donde podemos encontrar
modernidad, diversidad grandeza y pasión, la mayoría de las veces pensamos en
Nueva York, Hong Kong, Ámsterdam o
París, y dejamos de lado lo que nos rodea nos protege y al mismo tiempo nos
destruye, Caracas es un mundo lleno de recuerdos, un laberinto de emociones, un
jardín diverso, pero es de esos sitios que también ocultan miles de recuerdos.
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Vista parcial de la Ciudad de Caracas |
Caracas en la mañana te enamora, ya
que la neblina que cubre el valle y deja
un ambiente fresco hace que la ciudad se llene de un clima joven, que te invita
a luchar por tus sueños. Cuando el sol se posa en lo más alto del cielo y
brilla con todas sus fuerzas te recuerda lo rudo de la vida y la constante lucha por seguir adelante en una
ciudad que ruge, quema, desespera y al mismo tiempo te enseña. Al final del día
los edificios se tiñen de gris el cielo pierde su color y la lluvia hace
olvidar el calor, la nostalgia se vuelve parte de tu día, caminado buscas tu
rumbo a casa, el metro te hace luchar y las avenidas te hacen reír, la noche se
acerca, un mundo oculto nos espera. Caracas es una multiplicidad de
personalidades y con la luna en el horizonte todo cambia, las luces se
encienden, pocas estrellas aparecen, la lluvia continúa suavemente, un nuevo
rostro se revela, los bulevares brillan de colores diversos y las calles
trasversales ocultan un secreto, miles
de luciérnagas se posan sobre sus montañas,
las calles comienzan a quedar vacías, la curiosidad, el temor y la
imaginación se combinan y rigen tu destino, cruzas la calle esperas un bus, una
moto, un jeep, un carro, solo tú lo sabes.
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Centro de Caracas |
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Av. Urdanta |
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Atardecer sobre el Oeste |
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Tomenta sobre el 23 de Enero |
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Atardecer en Catia |
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Plaza Bolívar de Caracas |
Los sueños fijan tu destino y los
pasos marcan tu camino, una mirada al horizonte te reconforta, un mundo te
espera, es increíble poder ver desde tu cuarto hasta más allá de la Plaza
Venezuela. Afrontas un reto el trabajo o la universidad, te esperan. En un
teleférico desciendes hasta el corazón de la ciudad sobre ríos y autopistas
pasas desapercibido, grandes torres te reciben y te dan la bienvenida. Aunque sabes que no eres un extraño sino parte
de la familia, total vienes de la misma Caracas, es más la conoces desde
arriba. Los sueños son parte de la vida y en la ciudad capital todo se combina,
una vez que sales de la cabina te enfrentas al día y aprecias lo bello que
otros nos brindan. Muchos pasillos que nos llevan a múltiples destinos, uno de
ellos te impulsa hasta la acera de la gran avenida, es la misma que un gigante
lleno un día, la misma que los niños disfrutan en su día, la misma que en
dictadura fue construida y que a los campos elíseos quería ser parecida, más
allá una bella dama durante la cuarta fue construida, alberga las artes y hasta
concursos de belleza por algo lleva por nombre Teresa, cruzando la plaza que
custodia a las ciencias llegas al parque de múltiples alegrías y patinetas, una
gran plaza se oculta entre el roció de la naturaleza, pero no te detengas sigue
caminando hasta pasar la última puerta y allí encontraras el punto de
referencia pues no más que la fuente de la Plaza Venezuela.
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Av. Bolívar |
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Vista Parcial de la Autopista Francisco Fajardo |
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Vista Parcial de San Agustín del Sur |
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Av. Bolívar |
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Museo de Los Niños |
Muchos creen conocerte, muchos
creen amarte, muchos te odian pero pocos te comprenden. Entre críticas y
regalos tienes que sostenerte, pero sin duda eres grande y jamás temes, pues son tus habitantes los que sin
duda alguna van a protegerte, sigues siendo grande y tienes miles de
pretendientes. Solo tú cuentas con el domo donde todos quieren presentarse y el
teatro donde tiempo atrás solo podían sentarse los más elegantes. La avenida en
línea recta más grande del país solo tú la posees y la calle más concurrida de
América Latina. Solo tú tienes un hotel entre las nubes y la cruz que solo en
diciembre nos ilumina. Tu entre calles y avenidas cuentas con las mejores
autopistas, las torres más altas de país tienen la dichas de ser parte de tu
vida, el palacio presidencial cuenta entre una de tus reliquias, sin olvidar
que custodias la casa y el mausoleo del hacedor de naciones. En una mina de
concreto que se extiende hacia arriba el oro de toda una república se vigila,
la vida transcurre a gran velocidad todos los días y no se está permitido morir
sin pasar por monolitos algún día. Muchas paradas y gran algarabía son el
distintivo de trenes que trabaja todos los días. Unas pequeñas cabinas que se
confunden con los pájaros son
significativas pues por allí viaja la gente entre tristeza y alegría. Un obelisco, confidente de enamorados
y refugio de anarquistas, por la noche con la bandera de ocho estrellas brilla.
Son miles historias como para contarlas en un día, pues es una larga vida la
que nos enseñas cada día.
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Cruz del Ávila |
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Bulevar de Sabana Grande |
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Palacio de Miraflores |
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Plaza Francia de Atlamira |
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Torre del Banco Central de Venezuela |
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Av. Universidad (Sentido Este - Oeste) |
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Torre del Banco Central de Venezuela |
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Panteón Nacional y Mausoleo del Libertador |
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Patios y Talleres del Metro de Caracas en Propatria |
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Hotel Humboldt |
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Calle Unión (Sabana Grande) |