Voy por un
camino desierto, lleno de enormes paredes de concreto, el miedo y el silencio
son los únicos elementos que le dan sentido a este momento, la niebla deja ver
un pequeño basurero en aquel pasillo que posee un aspecto tétrico, pues todo se
observa en blanco y negro, de un lado encuentro muchas puertas pero pocos
letreros, sigo caminando hasta llegar al pequeño convento, vi a muchas mujeres
pero pocos velos, algo raro presiento, muy triste me siento, pues sigo
caminando y cuando hacia atrás volteo no veo más que viejos recuerdos,
atravieso el pequeño riachuelo y al cielo observo, pues la luna es lo único que
tengo, redoblo el paso y una sombra veo, cuando te sigo y al final te encuentro
me doy cuenta que eres tu un camino alterno, muchas luces y colores sobre el
boulevard veo, pero tengo un ancla amarrada a mi cuerpo, y por más que intento
no puedo salir de ese sufrimiento, no sé si vivo o ya he muerto, de lo único
que estoy seguro es de que te estoy
viendo, cuando toco mi pecho siento un gran agujero, pues en ese momento me
llego un recuerdo, fue una noche cuando salía del evento que me atravesó una
puñalada y quebró mi ser interno, todos corrieron y en el callejón vacío
quedaron mis pensamientos, caminando de un lado a otro sin encontrar el
descanso eterno.
Caracas, 23 de
Enero
22/10/2015
Israel F.
Martínez G.
Para: Caracas
Callejón de las Puñaladas |