Primero que todo te doy la bienvenida y mis más sinceros agradecimientos por visitar este blog, aquí encontraras un lugar para distraerte, relajarte y desconectarte un poco del día a día. Todas la fotos son tomadas por mi, espero que te guste y te diviertas.
(Cualquier comentario o sugerencia será bien recibida)
Durante el pasar de 446 años de historia la ciudad
de Caracas ha sido conocida con diversos apodos, que según su momento y realidad la han
resaltado y descrito a la perfección, muchos ya no se usan tan cotidianamente, pero si
embargo podemos observar que aún perduran en el tiempo y sin duda son conocidos
por todos.
Uno de los aspectos más relevantes del sentirse caraqueño radica, en que sin importar el apodo que se le coloque a la ciudad para engrandecerla, esta sigue siendo una joya de la república y referencia mundial en
diferentes ámbitos
Para
una generación fue “La ciudad de los techos Rojos”
Vista a la Plaza el Venezolano desde el Museo Bolivariano
Plaza Bolívar de Caracas y al fondo el Palacio Arzobispal
Gobernación del Distrito Capital
Vista de la Plaza el Venezolano
Para
otros sin duda que este hermoso valle es
“La Sucursal del Cielo”
Parque Ezequiel Zamora (El Calvario)
Plaza Francia de Altamira
Vista de la Ciudad de Caracas desde El Parque Nacional Warairarepano (El Ávila)
Teleférico Del Parque Nacional Waraira Repano (El Ávila)
Tomando como referencia las imponentes
montañas que rodean y protegen a la ciudad también se le conocen como “La
sultana del Ávila”
Metrocable de San Agustín
Parque Ezequiel Zamora (El Calvario)
Centro de Caracas desde el Parque Ezequiel Zamora ( El Calvario)
La historia ha dejado una huella indeleble en
su paso por estas calles y plazas de allí el honor de ser “La Cuna del
Libertador”
Casa de Bolívar (Centro de caracas)
Plaza Bolívar del Parque Ezequiel Zamora (El Calvario)
Plaza Bolívar de Caracas
Dentro del himno de la ciudad se describe a
la perfección una característica propia de esta gran urbe, que es llamada por
muchos “La Ciudad del Sol y La Neblina”
Parque Nacional Waraira Repano (El Ávila)
Atardecer Urb. 23 de Enero
Panorámica del Oeste de caracas
Atardecer en el Oeste de Caracas
Noche de Neblina Urb. 23 de Enero
Pero sin duda alguna! todos los que acá
convivimos a diario nos sentimos orgullos por ser parte de “La Ciudad Capital”
Palacio de Miraflores (Sede del Gobierno Venezolano)
Vista Parcial de Caracas desde el Hospital de La Universidad Central de Venezuela
Muchas veces por el agite y el
dinamismo de una ciudad tan cosmopolita como Caracas no nos damos cuenta de los
detalles más simples de la vida, pero basta con parar un segundo y echar un vistazo por la ventana, para así apreciar como la grandeza y belleza
de la creación divina se conjuga con la invención del hombre en la más imponente
de las imágenes, en este caso el ocaso nos brinda una nota unísona que
transmite paz, fuerza y serenidad.
A lo
largo de la historia Venezolana encontramos muchos relatos y vivencias que
tienen como protagonistas a grandes héroes los cuales en su momento lograron
cambiar el rumbo y el sentido de muchas vidas,
el más grande de todos ellos nació en la Ciudad de Caracas el 24 de
Julio de 1783 y su nombre es Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios al cual todos los Venezolanos consideramos como el Padre
de la Patria y además es Libertador de seis naciones Americanas (La República
Bolivariana de Venezuela, La República de Panamá, La República del Ecuador, La
República de Colombia, La República del Perú y el Estado Plurinacional de Bolivia)
El
complejo monumental Libertador es un espacio ubicado en el centro de la Ciudad
de Caracas a pocas cuadras de la Plaza Bolívar (entre las avenidas Norte y Oeste 13, entre las esquinas de Panteón a El Misterio, parroquia Altagracia, municipio Libertador) este templo histórico fue declarado como monumento histórico nacional en el año
2002. El Complejo está compuesto por el
panteón nacional, el cual es una estructura en forma de iglesia que data del
año 1875, cuando fue inaugurada por el entonces presidente General Antonio Guzmán Blanco, luego le sigue el
Mausoleo del Libertador, el cual es una edificación totalmente moderna inaugurada
en el año 2013 la cual posee una estructura en forma de vela de barco y esta coronada
por un pebetero que emite una llama eterna.
Los
alrededores de estas dos estructuras se encuentran engalanados con frescos
jardines y amplias camineras, además hay que resaltar que justo de frente a la
entrada del Panteón nacional se encuentra un imponente tricolor nacional y una
plaza rodeada de gradas con pocos niveles, las cuales dan la imagen de un
pequeño foro, el cual es ampliamente usado en las fechas patrias para organizar
las paradas militares
Al
caminar por la explanada de la entrada del panteón nacional y enfrentarse a las
escaleras de este mítico recinto se siente gran expectativa por conocer cada
rincón de la histórica estructura, después de pasar por el punto de control en
la entrada se ingresa a la nave central de la antigua iglesia y que hoy
configura el sitial de descanso eterno mas alto y solemne de nuestra patria,
allí reposan los cuerpos de aquellos hombres, mujeres y próceres que le dieron vida a nuestra
Venezuela y muchas otras naciones, el piso de mármol y techos recubiertos por
impresionantes frescos te hace sentir el calor de muchas batallas, la fuerza
del pensamiento libertario y la gloria
de la victoria, pero al mismo tiempo mientras se sostiene un paso lento y se desciende la mirada en el lugar indicado
el corazón se llena de nostalgia, al ver que allí están aquellos héroes de los
cuales muchos no lograron ver sus sueños hechos realidad, pero dieron el
impulso, el primer paso para lograr grandes cosas.
Un
caso muy peculiar sucede con aquel monumento blanco que posee un águila
sosteniendo con su garra derecha la tapa de un féretro que espera con sobriedad
y ojos de esperanza la llegada a nuestras tierras del venezolano más universal
del siglo XIX el Generalísimo Francisco de Miranda.
Continúa
el recorrido, mirando aquí y allá buscando nombres en el piso y aventurando la
vista en el techo, con la esperanza de encontrar alguna de las pinturas famosas
y a su vez imaginando los grandes
momentos de aquellos personajes que sin duda dejaron una huella dentro de
nuestra memoria.
Es
así como con un paso lento y sediento de conocimiento se logra prestar atención
a algún guía que va narrando historias y detalles de cada rincón de este
majestuoso sitial, pero la mayoría de las veces la curiosidad de buscar por sí
mismo es mayor y es como de repente se llega a lo que en algún momento era el
altar mayor de la antigua iglesia, y allí se encuentra una pequeña placa que
dice “Entre 1876 y 2011 reposaron en este lugar los restos del
Padre de la Patria Simón Bolívar máximo héroe de la libertad y la unidad de
Nuestra América” y es
en ese momento cuando el corazón late más rápido y la emoción recorre el cuerpo
ya que cada vez se está más cerca del gigante de América.
En
la parte superior de la inscripción antes mencionada se encuentra una imponente
lámpara de cristal de Baccarat con
cuatro mil piezas de cristal y doscientas treinta luces, que inspira grandeza y
elegancia. Pero al mirar al frente se
encuentra atravesando la pared de la vieja iglesia aquel zaguán que indica que
el momento a llegado, al emprender el camino y cruzando un pequeño pasillo de
cristal este te trasporta mas de cien años, ya que poco a poco se va dejando
atrás la estructura neo colonial del Panteón y se va adentrando en la modernidad del Nuevo
Mausoleo, construido sobre 2.000mt2 y 52mt de alto, con acero
ensamblado en talleres venezolanos, láminas traídas de Suiza para recubrir el
esqueleto, cerámicas de España, granito negro proveniente de Sudáfrica y acero
corten, de Estados Unidos.
Allí
esta! El más grande venezolano que la historia a conocido, El Libertador Simón
Bolívar se encuentra a pocos metros, engalanado por un mausoleo que transmite
paz, silencio y gran espiritualidad, siempre a media luz y con su sobria
guardia de honor con sus relucientes uniformes de usar rindiéndole tributo
eterno, de un lado las Banderas de sus 6
Repúblicas, que recuerdan sus luchas y sueños, un pequeño traga luz en el techo
que escurre pocos rayos de claridad da esa sensación de alegría y a al mismo
tiempo nostalgia, de emoción y tristeza, pero a pesar de los sentimientos
vividos por reencontrarse con el pasado lo majestuoso del lugar es propicio
para admirar, recordar u orar, es así como sentado en un pequeño banco de un
lado se puede mirar con más detalle, y es allí cuando se observa aquel
imponente sarcófago, elaborado en caoba moldeado a mano, con perlas traídas desde la isla de Cubagua, Oro de 22 Quilates donado por el Banco Central y el
cual se encuentra distribuido en la parte superior con 8 estrellas y el escudo
Nacional como símbolo de la Patria venezolana, en las paredes extremas las iniciales SB dentro de una corona de laureles y en los laterales inferiores
figuran una punta de lanza por cada año que vivió el Libertador, es decir suman
47 en su totalidad.
Desde
aquel banco se detiene el tiempo y se admira la grandeza de un hombre que
descansa en un lugar solemne y apropiado, bajo la mirada vigilante de su misma
escultura tallada en mármol durante el año
1852 por Pietro Tenerani. Al comenzar la despedida de repente con el
sonar de una marcha viene el cambio de guardia, y se ilumina la pared frontal
con los colores del tricolor venezolano, el paso firme y patriota de la guardia
de honor, batallón creado por el mismo Libertador erizan la piel y con
excelente orden gritan su consigna y se preparan para cumplir una larga jornada
rindiéndole tributo y protegiendo al que por siempre será el Liberador de
América.