Me encuentro en una casa vieja, la misma que años atrás estuvo cargada de alegría y felicidad, pero que ahora se encuentra abandonada por la decidía y el olvido, en una de las paredes de la sala veo un letrero que dice: Bella Ciao, un vestigio de irreverencia y heroísmo que hoy parece olvidado, no sé en qué ciudad estoy, me asomo por una ventana y veo al ejército rojo marchar por las calles, miro por otra y encuentro un batallón de batas blancas con unos extraños trajes he implementos faciales, corro muy rápido, subo las escaleras, me asomo por la ventana del ático y allí está, una enorme explosión que viene con una gran sensación de calor, no sé qué hacer, estoy atrapado en el pasado, estoy en medio de un mundo desolado, al gritar nadie me escucha, al llorar nadie me consuela, al intentar saltar por la ventana el vidrio no se quiebra, es una cárcel? Tal vez, quien sabe, podría ser, ya va! Pensándolo bien no estoy en una casa es mi mente de nuevo tratando de jugar conmigo, generando angustia y temor, buscando la forma de controlarme, de hacerme suyo, para así lograr doblegarme y hacerme sucumbir ante la inclemencia de la locura, no es algo raro es más de lo mismo, es el ciclo de la vida. No te hagas el sorprendido! la ansiedad, la derrota y el temor es algo con lo que tú también vives, no soy yo eres tú, quien me lee quien me escucha, quien me sigue, eres tú el problema, acuéstate a dormir y no te levantes, tic toc tic toc, el reloj avanza, la vida no se detiene, y tu cada vez que me buscas no te das cuenta pero te quito un sorbo de tu valioso tiempo, el cual uso para hacerme más fuerte y seguir al asecho, tú no eres especial, no eres el único por el cual espero, vendrá otros incautos, que inocentemente también caerán en las redes de la locura y serán míos.
Israel F. Martínez G
Israel F. Martínez G
Ciudad de La Fría, 03 de Abril del 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario